Papa
Papa que
poco te
escribo
o mejor
dicho que
poco
hablo de
ti, de mi
nunca
olvidado
noble y
buen padre.
Sabes que
fuiste mi
ídolo,
tu
semblante
hermoso
por
dentro y
por fuera,
mirada
firme,
seria,
pero pura
y limpia.
Cuando
pienso en
ti padre
me
pregunto
si me
miras
con
orgullo o
acaso te
he
defraudado
en algún
momento.
Muchas
veces a mi
mente
viene tu
rectitud a
la hora de
hablarme,
pero tu
siempre
caricia y
sano
consejo.
Que
fortuna me
dio Dios
el tener
un padre
como tu
y una
madre
que junto
a ti
me dieron
una vida
hermosa.
Cuanto
extraño
tus besos
pero
también
tus
castigos
que me
hicieron
crecer
siendo un
hombre de
bien.
Solo
quiero que
sepas papa
que
siempre he
seguido
tus
consejos,
los cuales
me han
llevado a
mis logros
obtenidos.
Hoy que me
levante
pensando
en ti,
siento la
satisfacción
de
que si me
preguntaran
cual
a sido mi
mayor
felicidad
contestaría,
el padre
que tuve.
Autor:
Rudy
González
Enero 09
del año
2006
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