Muchos festejan el fin de año reunidos en familia para despedirlo,
chocan sus copas pidiendo por uno mejor. pero no en todas partes del mundo 
todos pueden festejar, hay enfermos, pobres, seres humanos que igual que tu y yo
quisieran poder tener quizás una familia o un pedazo de pan que llevarse a la boca
pero lamentablemente no lo tienen.

Siempre pienso en la desigualdad eso es parte de la vida,
pero lo que no es parte de la vida es que tu, o quizás yo, olvidemos
que la navidad es festejar el nacimiento del niño dios.

Que en ese momento tanto de la navidad como de fin de año, quizás no tengamos
unos minutos para reflexionar, y pensar cuanta hambre hay en el mundo
cuanta falta de amor por esos niños que andan en las calles, o por esos ancianos
que hoy viven solos, sin un familiar que los visite y les de un beso en la mejilla.
Estamos tan imbuidos en nuestras fiestas que no tenemos esos minutos de reflexión.

!Uno se va y otro viene!
y pienso, si acaso el 25 de diciembre dijéramos, gracias dios por tu creación
y el 31 de diciembre después de los besos y abrazos familiares, eleváramos una oración
diciendo, dios ayuda a los pobres, a los que están en hospitales, o en cárceles
a aquellos niños que están en la calle con frío y una mano extendida pidiendo
algo para comer, que terminen las guerras, y que finalmente los corazones se expandan y
fundidos en un solo pensamiento podamos ser mejores cada día.

Rudy González

22 de Enero del 2005